lunes, 12 de enero de 2009

INOLVIDABLE

Después de horas jugando llegó la explosión, el clímax. No un alegrón, aquello era mucho más, una sensación desconocida, incomparable. Mi pecho irradiaba energía, hacia abajo pataleando, hacia arriba gritando y sacudiendo la cabeza, como si todo el cuerpo fuese corazón.
La alegría pura nos duró mucho rato, con pequeñas treguas para descansar, en las nubes, y de pronto brotes de esa pasión sintonizándose y madurando en segundos.
Durante los dos o tres días siguientes me venían reminiscencias de aquellas horas, no eran recuerdos sino pulsaciones, ascuas de aquel fuego.

No hablo de sexo, ya que esta experiencia la viví en un contexto deportivo. Imagino que algo así debe ser el multiorgasmo.

5 comentarios:

Andrea dijo...

jaja, pues nunca lo sabrás! Un beso.

Pecosa dijo...

¿¿¿A QUÉ JUGASTEIS???

jornalerodelagloria dijo...

Siempre he pensao lo mismo del fútbol y el sexo.
saludos.

Camaleona dijo...

En realidad mi familia se reía tanto porque Jesús Gil había muerto hacía un año. Las hormonas en las mujeres de verdad que hacen estragos.

Laura dijo...

Te visto pasar por mi diván pero no te has tumbado. Vulve cuando quieras. Yo vendre a visitarte. Un saludo!