SELVA JARDIN

Paseo por el jardín de los blogs con mi ratón guía. Le dejo hacer a su antojo. Es de fiar porque no está castrado.

Tras un par de semanas he recogido algunas flores: alegrías, risas, curiosidades, rabias, envidias...

Los blogs que más me gustan son los que me hacen reir, los que me sorprenden y los que demuestran inteligencia. Una por una ya son valiosas estas flores, no digamos juntas.
Me interesan también los que hablan directamente de sí mismos, aunque sean oscuros o sangrantes, pero huelen a vida.

Envidio los de colores claros, ambientes cálidos, regados con sentido del humor y chispa, sin aires.
Me gustaría escribir cosas graciosas y no sé.
Pero sé leerlas y sé reir.

Me dan rabia los que ya lo han visto todo pero, resulta que nada les ha gustado, el mundo no tiene más que pegas.
Pueden ser blogs con clase, erudición, inteligencia, chispa, eso me mantiene interesado, pero al rato me falta la respiración, todo huele a cinismo, apenas queda esperanza.
Siento rabia y envidia al ver cuánto más seguros y agudos son que yo.
Rabia a secas al ver tanta riqueza desaprovechada, no reparan en que se les va por el agujero de la desesperanza.

Voy a seguir el paseo, el ratón ha olido algo.

MIEDO A MORIR

Estando en casa, sin saber porqué, me he sentido inquieto.
Me he dado cuenta de que tenía miedo, miedo a morirme pronto. A que me venga una gran desgracia y todo se acabe.
He sentido un poco el vértigo de desplomarme.

Yo le doy mucho a la cabeza.
Me puse a ver. No estoy enfermo, tengo lo suficiente para ir haciendo, con mi familia estoy satisfecho, no tengo enemigos mortales, no me metería ni loco en negocios peligrosos.

Tengo algunos problemas, como todo el mundo.
No era de ahí que me venía el miedo, era otra cosa, algo que me nacía dentro, en el vientre. Podía casi determinar un punto concreto, un poco más arriba del ombligo.

Pensando en estas cosas, sin saber porqué, el miedo se me pasó.

ARCOIRIS NOCTURNO

No es una metáfora.
La noche del 13 al 14 de noviembre hubo luna llena.
A eso de las dos, tenía una especie de anillo completo que la rodeaba pero a bastante distancia, como a quince diámetros de la propia luna.
Nunca había visto eso.
Cuando los ojos se acostumbraron a la oscuridad me dí cuenta de que el anillo tenía colores. Era un arcoiris.
Me gustó mucho.
Era hermoso en sí mismo y además tenía el añadido de ser una primera vez.
Y gratis.

AUTOESTIMA

Muchas personas saben que tienen la autoestima baja de forma habitual, y los amigos cercanos les aconsejan con buena intención, "te tienes que querer más, tu eres buena gente, ánímate".
Eso alivia, pero no resuelve. Entonces ¿cómo se sale de la baja autoestima?

Los animales y las plantas no tienen este problema, es instintivo quererse, como lo es respirar. El instinto de supervivencia, es la base, el germen de la autoestima y viene de serie para todos. Es una capacidad innata que se ha visto frenada.
Todos los bebés humanos sanos tienen genéticamente la capacidad de hablar, aunque aún no hablen. Si todo va bien hablarán seguro.
De igual forma, si todo va bién esos mismos bebés se querrán bien.

¿Y si no va bien?
En la mayoría de familias no hay situaciones traumáticas, es más frecuente la repetición de actitudes de desinterés, indiferencia, fastidio, falta de respeto, recriminaciones, amenazas... Si esto ocurre habitualmente la persona tendrá dudas sobre su propia valía, ya que lo que recibe es desaprobación.

Los grandes primates alimentan y protegen a sus hijos durante muchos meses, y los mantienen en permanente contacto físico. Estoy seguro de que eso deja un poso experiencial, una convicción profunda de ser valioso.
Quien recibe estima desarrolla su autoestima sin problemas.

La persona intenta quererse bien, salir de la baja autoestima. Pero si pasa el tiempo y no lo consigue puede darse un efecto contrario, y confirmar "no sé, no puedo".

Ha de haber alguien más, alguien que crea en esa persona.
Para desarrollar la autoestima se necesita recibir consideración, interés y respeto de forma habitual. E identificar todo lo que ya está haciendo bien, porque ahí sí se puede dar reconocimiento de ley, que llega más hondo que sólo la compañía.
Puede ser un amigo o amiga, una pareja, un profesional de la ayuda, o.... Lo verdaderamente importante es que dé asiduamente.

Se pueden vivir muchos años con poca autoestima, pero...