miércoles, 25 de marzo de 2009

NUEVAS TERAPIAS

Está claro que desmontar de arriba a abajo un piso donde ha vivido una familia de tres durante años es una tarea descomunal.
Entre lecturas tipo "El zen y el arte del mantenimiento de la motocicleta", y mi natural contemplativo, me vino la iluminación y ví claro cómo encarar la cosa.

Excepto 15 ó 20, me deshice de todos mis libros.
Igual con la ropa, zapatos, material deportivo, cachibaches, cintas de cassette, vinilos, etc. Un arrebato. Mi pareja me miraba raro y no me dejaba acercarme a su armario.
Salieron 70 cajas para el traslado y unas 30 de descartes.

Comprendí mejor el concepto de reciclaje, cosas inservibles para mí, en la zona de containers no duraban ni una hora.
Y que no necesito tantas cosas, no he echado de menos nada de lo que tiré.
Comprobé que mi estado físico era bastante bueno.
Perdí el miedo a los cambios importantes y de ahí se siguieron otros cambios.
Aquí dejo la idea.

5 comentarios:

Pecosa dijo...

¿También te mudas? Vaya, contigo ya son tres los bloggers que leo que, en las dos últimas semanas, se mudan. Qué revolución...

Espero que sea para mejor. ¿Y que va a pasar con esa maravillosa terracita?

Camaleona dijo...

Pues está bien la mudanza... también sirve como terapia el cambio de trabajo, aunque en los tiempos que corren...

TitoCarlos dijo...

En las mudanzas siempre se pierden cosas y uno se deshace de muchas.
Son tantas las cosas de las que nos deshacemos, que si lo hubiéramos hecho antes no nos trasladaríamos; tendríamos ya sitio para la habitación del niño (por ejemplo)


Un abrazo y suerte en el nuevo hogar.

gemmacan dijo...

Como teoría no está nada mal, y tiene bastante sentido; pero en estos momentos sería incapaz de deshacerme de casi nada, no por un apego material, simplemente emocional, sentimental...
De todas maneras, y viendo lo bien que te ha sentado a ti, igual me lo pienso ;)

Ya te contaré.
Besos!

Andrea dijo...

Dicen que mudarse es una de las tareas mas estresantes que existen, y lo entiendo aunque a mi ya no me afecta demasiado, me he mudado muchas veces de casa y unas cuantas de país. Pero tengo amigos que lo han pasado fatal en el momento del cambio. Por si acaso, no suelo acumular muchas cosas, asi luego no lo siento tanto si debo desprenderme de ellas. Un beso.