jueves, 26 de febrero de 2009

MI QUIMERA

ámame, aunque tenga miedo.
Amame aún cuando yo esté en otra cosa.
Tendré hambre y no tendré, pero hazme saber que tu pecho estará siempre para mi boca.

miércoles, 18 de febrero de 2009

CAGAR AL AIRE LIBRE

Hay en el barrio una pareja de tocahuevos. Según cuentan él es abogado y ella tiene mucho tiempo y más mala leche. Opiniones aparte, es un hecho que plantean la relación con sus vecinos directos a base de denuncias, por la altura de un muro, por el color de un toldo, por la música alta.
Esta semana han pegado tres folios plastificados, en los ocho o diez metros de largo que tiene su fachada, una casa unifamiliar de tres plantas, con edificios de pisos a ambos lados, protegida con sistema de alarma y cámara.

Apreciado vecino, si saca a su mascota a pasear, no permita que haga sus necesidades en esta fachada. El respeto es la base de la convivencia.

Por triplicado.
Yo no tengo mascota, pero se me está pasando por la cabeza ir a buscar el pasamontañas.

MENOS VOLUNTAD

Cada día tengo menos fuerza de voluntad.
No lo vivo como una pérdida, me siento más fuerte.

martes, 3 de febrero de 2009

EN FEBRERO

Un día de estos será el aniversario de mi concepción, nací en la primera decena de Noviembre.
Hasta hace poco no había reparado en que a primeros de Febrero acostumbran a venirme adversidades, como si estas fechas fueran mi momento más débil del año.
Por ejemplo, la fecha de mi primer contrato de trabajo, yo era un adolescente, fué un uno de Febrero. Recuerdo también alguna gripe, algún bajón, cosas así.
Salvo una ocasión en que la cosa fué más gorda. Desde unos meses antes estaba metido en un torbellino de sentimientos, sólo y cada vez más confundido. Coincidiendo con Febrero el malestar llegó hasta un punto que no conocía. Es la única vez en que verdaderamente temí volverme loco.
Tomé unos días de vacaciones y cogí el coche, sin más planes que ir tirando hacia el sur. Tenía que moverme, parado era peor. Así anduve durante unos cuantos días. El único buen recuerdo que me queda son diez minutos en Murcia, en un bar donde un camarero me dió conversación y consuelo. Poco después tomé el camino de vuelta. Ese viaje supuso un punto de inflexión y fuí saliendo del laberinto.

Me jode un poco, quisiera para mi aniversario coincidencias más festivas, pero no me quejo de mi suerte, son muchos más los años en que no pasó nada malo.
De momento este año se presenta bien. Toco madera.

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