Hay un sueño que se me ha repetido muchas veces, con variantes, pero en esencia el asunto siempre era el mismo:
Un toro de lidia me persigue, corro para ponerme a salvo, salto una valla, y el toro sigue tras de mí, entro en un portal y entra también él, subo escalera arriba, es muy estrecha y pendiente pero el toro me sigue sin dificultad, llego a la azotea y llega él...
Finalmente me despierto angustiado.
Hace ya unos años, soñando ésto pasó algo nuevo. En la persecución me subí a un montículo de paredes muy verticales, y en cuanto pisé la cima desapareció la angustia, y me sentí a salvo. El toro me había seguido por sitios quizás más difíciles, pero yo sabía que allí no podía subir. Era una sensación sin matices, me sentía completamente a salvo. El toro ni siquiera lo intentó.
Desde entonces no he vuelto a soñar con toros.
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viernes, 30 de enero de 2009
miércoles, 28 de enero de 2009
MACETAS
sábado, 24 de enero de 2009
VENDAVAL
Esta madrugada no ha habido forma de dormir más de cinco minutos seguidos. El viento silbaba, metiendo miedo, amenazando, callaba un momento y luego daba dos o tres golpes, como bofetones, haciendo crujir las persianas y rodar lo tiestos.
Por suerte no ha habido más que estos daños.
viernes, 23 de enero de 2009
MAS NADIE
En algunos momentos me ocurre que no soy nadie,
viene mi amigo, viene mi enemigo y los atiendo.
Es entonces cuando más estoy, libre de un nombre.
viene mi amigo, viene mi enemigo y los atiendo.
Es entonces cuando más estoy, libre de un nombre.
lunes, 12 de enero de 2009
INOLVIDABLE
Después de horas jugando llegó la explosión, el clímax. No un alegrón, aquello era mucho más, una sensación desconocida, incomparable. Mi pecho irradiaba energía, hacia abajo pataleando, hacia arriba gritando y sacudiendo la cabeza, como si todo el cuerpo fuese corazón.
La alegría pura nos duró mucho rato, con pequeñas treguas para descansar, en las nubes, y de pronto brotes de esa pasión sintonizándose y madurando en segundos.
Durante los dos o tres días siguientes me venían reminiscencias de aquellas horas, no eran recuerdos sino pulsaciones, ascuas de aquel fuego.
No hablo de sexo, ya que esta experiencia la viví en un contexto deportivo. Imagino que algo así debe ser el multiorgasmo.
La alegría pura nos duró mucho rato, con pequeñas treguas para descansar, en las nubes, y de pronto brotes de esa pasión sintonizándose y madurando en segundos.
Durante los dos o tres días siguientes me venían reminiscencias de aquellas horas, no eran recuerdos sino pulsaciones, ascuas de aquel fuego.
No hablo de sexo, ya que esta experiencia la viví en un contexto deportivo. Imagino que algo así debe ser el multiorgasmo.
jueves, 8 de enero de 2009
MOSQUEO
Una de esas frases, consignas, etc. que leí alguna vez y se me quedó en la cabeza, decía así: nos creeremos la crisis cuando veamos suicidarse a los millonarios.
Leo en el periódico que un multimillonario alemán, dueño de la 94ª mayor fortuna mundial según la revista Forbes, se arrojó a las ruedas de un tren en marcha.
Glups!
Leo en el periódico que un multimillonario alemán, dueño de la 94ª mayor fortuna mundial según la revista Forbes, se arrojó a las ruedas de un tren en marcha.
Glups!
martes, 6 de enero de 2009
CIERTOS REYES...
¿Fué idea de él o de élla?
¿En qué pensaban cuando decidieron regalarme ese calendario?
¿En qué pensaban cuando decidieron regalarme ese calendario?
domingo, 4 de enero de 2009
PUNTUALIDAD
Habíamos quedado a las nueve.
Sin darme cuenta se me había echado el tiempo encima y ya iba justo. Apreté el paso. Estaba claro que si llegaba tarde la encontraría enfadada y eso significaba mal rollo para rato.
Llegué a las nueve y dos minutos. La busqué por el local, pero no la ví. Me senté aliviado, desactivando las alarmas.
Al poco vino el camarero y me dijo, sin saber qué cara ponerme: 'hace un momento que se ha ido'.
Me quedé un poco sorprendido, la verdad. Me había acostumbrado a su mal genio, pero tanta mala leche no me la esperaba.
No es lo mismo. A eso no me voy a acostumbrar.
Sin darme cuenta se me había echado el tiempo encima y ya iba justo. Apreté el paso. Estaba claro que si llegaba tarde la encontraría enfadada y eso significaba mal rollo para rato.
Llegué a las nueve y dos minutos. La busqué por el local, pero no la ví. Me senté aliviado, desactivando las alarmas.
Al poco vino el camarero y me dijo, sin saber qué cara ponerme: 'hace un momento que se ha ido'.
Me quedé un poco sorprendido, la verdad. Me había acostumbrado a su mal genio, pero tanta mala leche no me la esperaba.
No es lo mismo. A eso no me voy a acostumbrar.
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